PERRO LAMIENDO TUMBAS
PERRO LAMIENDO TUMBAS
“Je suis réellement d’outre–tombe, et pas de commissions.”
Arthur Rimbaud
Desciendo a los más íntimos márgenes de mí mismo
al olvido y las cenizas
al incendio de las hienas
y a la noche de todos los efímeros alcoholes
me lanzo desnudo y ebrio hacia el lento atardecer
de mis dispersas ensoñaciones
no estoy aquí persiguiendo anhelos
ni encumbrando una revelación
hace tiempo que me he desprendido de la magia
hace tiempo que conocí al perro de las transparencias
y las huellas infinitas
al fabuloso can
que se pasaba sus horas lamiendo estrellas
el perro que encontré lamiendo tumbas en el ocaso de los días
de dicho perro obtuve el afortunado hábito de las cenizas
y del relámpago
desde entonces soy de arena y fuego
amo la tibia y turbia soledad de los cementerios
me desprendo de la tierra
me ato a las luciérnagas
y cabalgo desnudo
sobre un incendio hasta alcanzar la aurora
hoy no voy más hacia las máscaras
aborrezco todo discurso que emerge desde una pálida grabación
del subconsciente
soy la terrible telaraña de la muerte
soy la oscuridad y la hipocresía del sol
la elocuencia de los gatos
el afán de los misterios
soy todo aquello que dios no ha logrado hacer desaparecer
porque para eso he venido aquí
: a ser el dolor de muelas de la vida y de la prosa
soy el argumento que incendia las reuniones familiares
anhelo y viajo entre sonrisas
para de inmediato perder la compostura
soy el perro que lame tumbas
y se desnuda en medio de las plazas públicas
soy la tumba que extraña al perro que la lame
soy la mentira
soy el sismo del 19 de septiembre
soy la anticipada ausencia de los padres
soy el dolor de una nación que no sabe cómo dejar de repetirse en sus fracasos
soy la pobreza y el grito en la miseria
soy el secuestro de los olvidados
soy la sangre que corrompe las páginas de la historia
soy el ojo del huracán
soy la corrupción del sagrado plan de la más corrupta de las sociedades
soy la canción que no puedes sacarte de la cabeza
eso soy y nada más
: las efímeras faldas de las noches me cobijan
hoy sólo deseo seguir durmiendo mi ebriedad
en la playa de los días perdidos
que alguien me despierte
cuando el mundo haya sido derrotado



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